Las mejoras en potencia de las propiedades físicas del suelo (compactación, densidad del suelo) que resultan de reducir las cabezas de ganado puede dar lugar a
bajar las tasas
de la escorrentía
al tiempo que reduce el caudal superficial (-50%) y aumenta la infiltración (+400%). Los cambios a nivel de cuenca hidrográfica en la gestión del ganado,
unido a otras medidas, también puede contribuir a reducir el riesgo de inundación. El aumento de la cobertura de vegetación y la mejora de la estructura del suelo resultaría en
la reducción de las áreas de suelo descubierto. Esto reduciría el riesgo de
erosión
y el suministro de sedimentos mejorando así el estado hidromorfológico del agua superficial
y proporcionando una mejor protección a los ecosistemas.
Reducir la densidad del ganado rebajaría directamente el rendimiento de los campos pero podría compensarse a nivel más amplio de la granja con un incremento en el uso de
establos.
Las cargas de contaminantes
a nivel del campo se podrían reducir empleando menos cabezas de ganado y aumentando la filtración mediante más vegetación e
infiltración. Esto contribuye a prevenir el deterioro del estado del agua.
Reducir la densidad del ganado mejora la sostenibilidad, en especial respecto a la
calidad del suelo.
Sin embargo, aminorar la viabilidad de la producción de ganado en zonas
marginales podría provocar el
abandono de la tierra
, con los consiguientes efectos negativos para el medio ambiente, como los que amenazan a la biodiversidad tradicional.
Alto
Bajo
Medio
Ninguno
S
ervicios
suministrados
por
el
ecosistema
C
ontribución
aobjetivos
políticos
E
fectos
biofísicos potenciales
Escorrentía
Reducir la contaminación
Conservación del suelo
Hábitat
Cambio climático
Dotaciones
Reglamento y mantenimiento
Cultivo
Abiótica
Directiva Marco del Agua
Directiva sobre inundaciones
Directiva sobre aves y hábitats
Estrategia de biodiversidad 2020
