La prueba de los efectos de la agricultura de poca labranza parece ser mixta: o reduce la escorrentía (32% en Hungría) o no (España). Aplicada a nivel de la cuenca hidrográfica, la
agricultura de poca labranza puede ayudar a reducir los riesgos de inundaciones, combinada con otras medidas.
El efecto de la agricultura de poca labranza a la hora de reducir las fuentes contaminantes parece ser bajo. Respecto a la
erosión y el suministro de sedimentos
, la agricultura
de poca labranza demuestra tener efectos positivos si se combina con cultivos intermedios (entre un 12 y 84% de reducción de la susceptibilidad a la erosión). También puede contribuir
a mejorar y conservar el estado del agua de los elementos de calidad hidromorfológica.
Los efectos de la agricultura de poca labranza sobre la tierra son variables: pueden dar paso a un 12% de aumento de la materia orgánica del suelo solo en su capa superior y de un
9% de la densidad aparente a una profundidad de 0,15 - 0,30 m. De acuerdo con algunos estudios,
el potencial de infiltración
es mayor para la agricultura de baja labranza
que para la convencional en suelos limosos pero más baja en barros arenosos. Otro estudio demuestra que la densidad aparente incrementada neutraliza la macroporosidad incrementada
en la infiltración.
La agricultura de poca labranza no contribuye de manera significativa a la adaptación y reducción del cambio climático. En combinación con otras medidas, puede fomentar la agricultura
sostenible, aunque sus efectos principales están unidos al tipo de suelo y clima.
Alto
Bajo
Medio
Ninguno
S
ervicios
suministrados
por
el
ecosistema
C
ontribución
aobjetivos
políticos
E
fectos
biofísicos potenciales
Escorrentía
Reducir la contaminación
Conservación del suelo
Hábitat
Cambio climático
Dotaciones
Reglamento y mantenimiento
Cultivo
Abiótica
Directiva Marco del Agua
Directiva sobre inundaciones
Directiva sobre aves y hábitats
Estrategia de biodiversidad 2020